Lampedusa clama «basta de muertes en el mar» cuando se cumplen 10 aos del mayor naufragio de migrantes en la islaNoticias recientes 

Lampedusa clama «basta de muertes en el mar» cuando se cumplen 10 aos del mayor naufragio de migrantes en la isla

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Denuncian que «los que se ven forzados a cruzar el mar estn obligados a arriesgar su vida porque no hay alternativas legales y seguras para llegar a Europa»

Conmemoracin del naufragio de 2013 en Lampedusa, con 368 migrantes y refugiados muertos.Alessandro BremecNurPhoto
  • Unin Europea Solidaridad y hartazgo en Lampedusa, dique de la migracin a Europa

Lucia y Massimiliano entran en silencio en la iglesia de Lampedusa. «Somos de Turn, es nuestro ltimo da de vacaciones en la isla y hemos venido para dejar esta bolsa de ropa para los migrantes que la puedan necesitar», cuentan. Mientras Massimiliano busca al prroco, Luca se detiene ante el altar, donde solo hay un sencillo Cristo en una cruz hecha con los remos de las barcas de los pescadores, y lanza un rezo emocionado.

Muchos detalles en la parroquia de San Gerlando y la devocin con la que se acercan sus feligreses reflejan la conciencia de lampedusianos y turistas como esta pareja turinesa, sabedores de que esta isla paradisiaca del Mediterrneo es tambin la primera lnea del flujo migratorio que emite la costa norteafricana hacia el sur de Europa. En una urna hay un pequeo beln en el que el pesebre es una barca y Mara, Jos y el nio salvan a una persona de piel negra de morir ahogada en el mar. Una biblia y un corn recuperados de un naufragio enmarcan la escena. La pequea imagen fue donada por el Papa Francisco en 2013, ao en que visit la ms grande de las islas del archipilago de las Pelagias.

Lampedusa ha quedado marcada por esa fecha. Entonces el mundo se fij en este punto, el ms al sur de Italia, muy prximo a la ribera de Tnez, a tan slo 113 kilmetros. Hace ahora 10 aos, en la noche del 2 al 3 de octubre de 2013, ocurri uno de los naufragios ms trgicos que ha vivido el Mediterrneo. Un barco con ms de medio centenar de migrantes y refugiados, principalmente de Somalia y Eritrea, se hundi a una milla de sus acantilados. Los propios pescadores lampedusianos rescataron a muchas personas de una muerte segura. Hubo 155 supervivientes pero fallecieron 368 personas. Y ese poso de tragedia y muerte ha permanecido.

«Lampedusa no quiere ser como Ellis Island, donde en el siglo pasado llevaban a los inmigrantes que llegaban a Nueva York, muchos de ellos italianos», recuerda Giovaninno, que regenta en Via Roma -la principal avenida de Lampedusa- la tienda de la fbrica de esponjas naturales que su familia viene recolectando de los fondos marinos mediterrneos durante varias generaciones.

A mediados de este septiembre, Lampedusa registr un pico de llegadas sin precedentes que desbord a las autoridades. Entre los das 11 y 13 llegaron alrededor de 8.500 migrantes y solicitantes de asilo. El centro de primera acogida de la isla, con capacidad para menos de 400 personas, se colaps y fueron los propios isleos los que acogieron y alimentaron hasta a 10.000 recin llegados. Lampedusa lleva 30 aos siendo testigo del incesante flujo de migrantes que llaman a las puertas de Europa. «Estamos acostumbrados a la llegada de migrantes pero lo de este verano no fue normal», aade Giovaninno. Este septiembre, como hace 10 aos, el archipilago ha vivido un punto de inflexin.

Las gentes de Lampedusa recuerdan como si fuera hoy aquella aciaga noche sin luna de hace una dcada. El trauma se palpa en el ambiente y cada 3 de octubre, una procesin de barcos de pesca y buques de la Guardia Costera desfilan desde el puerto de Lampedusa mar adentro, hacia el lugar del terrible suceso, lanzando plegarias y flores. En tierra, cientos de personas marchan con pancartas en las que exigen: «Basta de muertos en el mar», «Basta de muertes invisibles». La jornada est marcada en Italia como el Da de la Memoria y la Acogida, con conmemoraciones en todas las ciudades. Activistas, ONG y personas annimas -de la isla y fuera de ella- congregadas en Lampedusa piden un giro humanitario a la poltica migratoria italiana y europea.

«Los que se ven forzados a cruzar el mar estn obligados a arriesgar su vida porque no hay alternativas legales y seguras para llegar a Europa. Constantemente mueren en el mar en el intento de llegar a Europa», denuncia a este diario Emma Conti, portavoz de la ONG local Mediterranean Hope.

Tumba del beb
Tumba del beb Yusef Ali Kanneh, ahogado en el Mediterrneo, entre sepulturas sin nombre del cementerio de Lampedusa.ROSA MENESES

Tumbas sin nombre

Aquel 3 de octubre de hace una dcada fue triste y supuso un ‘despertar’, pero luego vinieron muchos ms y algunos denuncian que la situacin se ha normalizado. Pocos das despus, murieron otras 200 personas en estas aguas y desde entonces, los naufragios con cientos de cadveres son cclicos. «Ha habido ms de 27.000 muertos en el Mar Mediterrneo en estos 10 aos», explica a EL MUNDO Chiara Cardoletti, representante para Italia del Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR). De ellos, 22.300 han perdido la vida solo en el Canal de Sicilia, lo que hace la ruta del Mediterrneo central una de las ms mortferas del planeta.

«Esto es un signo sorprendente de lo que no ha mejorado en absoluto en estos 10 aos y pone de relieve las graves lagunas en la capacidad de rescate en el Mediterrneo. ACNUR defiende desde hace tiempo y reitera su llamamiento a la creacin de una capacidad de bsqueda y rescate slida y predecible dirigida por los Estados, junto con acuerdos de cooperacin regional que garanticen el desembarco y el procesamiento predecibles de los refugiados y migrantes rescatados en el mar. Esta solucin, que requiere el pronto apoyo de la Unin Europea en un espritu de responsabilidad compartida y solidaridad con los pases de primer desembarco, no se ha acordado en aos», afirma Cardoletti.

La tragedia de hace 10 aos hizo reaccionar a las autoridades italianas, que lanzaron una operacin de rescate y salvamento, bajo el nombre de ‘Mare Nostrum’, que se prolong durante poco ms de un ao. Luego le sigui el operativo ‘Tritn’ y la misin ‘Sophia’, en la que se implic la Unin Europea, que finaliz en 2020.

Las ONG tambin se involucraron con sus propios buques de bsqueda y rescate. Pero tras esta dcada intentando impedir que personas que huyen de la guerra, la violencia o la pobreza se ahoguen en el mar, en los ltimos aos denuncian la obstaculizacin de su labor por las autoridades italianas y europeas. «Cualquier persona que se encuentre en el mar en peligro de muerte debe ser rescatada y considerada como persona antes que como ‘migrante'», seala en un comunicado Juan Matas Gil, responsable de las operaciones de bsqueda y rescate en el mar de Mdicos Sin Fronteras. «Cuntas personas ms tienen que ahogarse para que alguien haga algo en la direccin adecuada?».

En el pequeo cementerio de la isla, entre el blanco encalado de sus paredes y el verde de sus rboles, los migrantes y refugiados que no lo consiguieron estn enterrados en tumbas sin nombre. Slo una sepultura identificada y con foto destaca entre las dems. Es la de Yusuf Ali Kanneh, que naci en Libia el 6 de abril de 2020 y muri en el Mediterrneo el 11 de noviembre de 2020. Tena seis meses. Sus padres, que sobrevivieron, se preguntan en su enterramiento: «Por qu tan pronto, mi nio?».



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