Reseña de ‘Futurama’: regresa el reinicio de Hulu
Esta es la fórmula que Matt Groening, creador de «Futurama» y desarrollado con David X. Cohen, ya había perfeccionado en «Los Simpson»; Philip J. Fry (Billy West), el tonto héroe de la entrega de «Futurama», es un Homer Simpson más joven e ingenuo. Si «Futurama» fuera una persona, podrías imaginártelo diciendo «Doh» cuando regrese después de 10 años y «Los Simpson», el programa a cuya sombra siempre residió, todavía existe.
«Futurama» terminó suavemente en 2013, con Fry y su enamorada extraterrestre tuerta, Leela (Katey Sagal), que habían pasado toda la vida juntos mientras el resto del mundo estaba congelado en su lugar, las consecuencias de uno de los locos planes del profesor Farnsworth (también West), a punto de sufrir una descarga temporal para comenzar de nuevo. La nueva temporada comienza en el momento siguiente, con el tiempo ficticio y el programa real reiniciados. El problemático robot Bender (John DiMaggio) proclama con esperanza: «Lo importante es que pase lo que pase, nunca volverá a pasar».
La autoburla informal es el tema de apertura, un comentario sobre los atracones de televisión con excavaciones en Hulu, «Black Mirror» y la turbulenta historia de «Futurama». (Título del programa de televisión falso favorito: «Better Call Cthulhu», o tal vez «Alien vs. Predator vs. Bluey».) A medida que avanza la temporada (se han puesto a disposición seis episodios), se vuelve cada vez más claro que el programa no tendrá reparos en aprovechar su propio pasado e iconografía, regresar a viejas historias y dar vida a una variedad de personajes. (Reaparición favorita: el hombre de Méliès en la luna).
Esta insularidad es una preocupación crítica legítima, aunque sus efectos serán específicos. Si nunca has visto el programa antes, no sabrás lo que te estás perdiendo, pero probablemente sabrás que te estás perdiendo algo y eso es un problema. Si ya eres fan, serás perfectamente feliz. Si atrae a suficientes fanáticos para suscribirse a Hulu, celebre.
Una preocupación mayor es que se ha perdido un poco de fuerza en la escritura y en el conceptualismo cómico en general. Los episodios dirigidos a objetivos grandes y fáciles como Bitcoin y Amazon se sienten rutinarios, sin importar cuántas oportunidades brinden para establecer conexiones con el pasado del programa. Y lo que parece ser un aumento significativo en el tiempo de pantalla dedicado a las diversas unidades familiares de los personajes le da a las historias una capa de sentimentalismo que no estaba allí antes.
