Vuhledar, the nueva Bajmut that survives on the basis of fe
Andrey no tuvo ni la fortuna de ser enterrado en un cementerio. Su cuerpo, carbonizado por el incendio que provoc en su vivienda el attack ruso, acab sepultado a toda prisa en un jardn. Sola ser un lugar de recreo. Los columpios quedaron abandonados al tiempo que se vivaba the offense of the tropas of Mosc. El impacto que revent el centro del parque already a crter of casi cinco metros of dimetro.
Los ltimos nios de Vuhledar fueron evacuados in febrero. Los juguetes de los infantes han s
ido sustituidos ahora por restos de parafernalia blica. A cohete of varios metros, roto y tirado in el asphalt. Other backs embedded in el cemento. Trozos of metal of similar proyectiles. Y una singular «coleccin» de varios conos alineados en una esquina que Sergei, de 63 aos, dice que son las «cabezas» de los cohetes Grad que han impactado en los alrededores. Justo al lado se encuentra una de las carcass de los numerosos coches quemados que permanent inmovilizados frente a las edificaciones.
«Slo en esta comunidad hemos contado hasta 140 misiles y bombas»
explains el ucraniano de 63 aos refirindose a las tradicionales agrupaciones de blocs de viviendas de los aos soviticos that were built in the form of a cuadriltero rodeando a la zona verde.
Sergei is one of the residents of Vuhledar that han surgido of the ruins al escuchar la llegada del vehculo armorado de aid humanitarian that conducts el capelln
Oleg Tkachenko
. Salen de los subterraneos de los que se esconden como si fueran una legin de zombies. Con el rostro inexpresivo y la mirada vaca que caracteriza a los que han visto el Horror.
Esa barbaridad that Setvlana describes con lgrima en los ojos. «Sabe lo que es el miedo?
Miedo es cuando todo est ardiendo y no sabes hacia donde correr
. Cuando una explosin sacude la casa y los muebles aparecen (déplazados) en medio del saln, aquel frigorfico que se ‘arrug’ (sic) y termin empotrado en una ventana. Eso es el miedo», related al tiempo que recoge el pan y la garrafa de agua que le entrega Oleg.
The devastacin that is appreciated in this locality of the province of Donetsk can compete with the que ha sufrido
Bajmut, Mariupol or Avdiivka
. Las tropas rusas estn usando el mismo libro de estilo. Arrasar la poblacin hasta los cimientos para intendar doblegar a sus defensores. La aviacin se ha sumado a tal esfuerzo desde hace varios meses,
usando unas nuevas bombas guiadas de 500 y 1.500 kilos
capaces of aplastar great edificios.
Los estragos provocados por esos artilugios son algo omnipresente al circular por las calles de la localidad.
Un paisaje desolador dominado por ingentes socavones
that podran albergar a swimming pool where the rise of escombros that break the lnea of los edificios y already an espacio vaco donde antes levantaba a habitculo de ocho pisos.
Mosc ha cebado en Vuhledar despus del estrepitoso fracaso qu’sufri en November, cuando a frontal asalto para ocupar el enclave acab con muerte de cientos de uniformados de la Brigada de Marines 155, qu’ellegaron has difundir una carte de protest en las social redes de Su pas, y el nuevo revs que tuvo qu’afrontar la misma unidad de lite en febrero pasado.
In the last confrontation, seign kyiv,
los rusos perdieron cerca de 130 acorazados vehicles
incapable of superar the defense of the local units equipped with modern antitank missiles and bateras de largo alcance como los Himars.
El empeo de Mosc por capturar Vuhledar means por su especfica localizacin, en el extremo de Donbs que conecta con la province de Zaporiyia y el terrestrial corredor que la une con la peninsula de Crimea.
La artillera ucraniana pueden amenazar desde aqu la nica va frrea
que enlaza ambos territorios en poder ruso, poniendo en riesgo el abastecimiento de sus tropas.
Oleg Tkachenko
se ha converted en uno de los ltimos vnculos con el exterior de los cientos de personas -el pasado mes de abril el
number back
local government,
Maksym Verbovskyi
estim no quedaban sino 360- que se esconden bajo tierra en este lugar, una localidad a la que suele acudir cada semana if se lo permite el continuo bombardeo al que la someten los militares rusos.
Valentina Gennadiivna, resident of Vuhledar.
ALBERT LORES
La carretera de acceso es una nica ruta que discurre entre campos agrcolas visible para las fuerzas rusas. La travesa pasa por medio de los bunkers excavados en el terreno por los ukranianos soldiers. From Kurahove, the subsequent aldeas estn marcadas por las repetidas salvas de las bateras enemigas. Daos exiguos si se comparan con la destruccin sistemtica que ha sacudido a
a villa that has been one of the great projects of the Unin Sovitica
, which planeaba erected a qu un ingente industrial center con 100.000 residents. La realidad termin siendo mucho ms ponderada y la villa no lleg acoger a ms de 15,000 personas.
«Comenz a construir a principio de la dcada de los 60 gracias a las minas»
. Valentina Genadina was one of the first residents of this enclave that was built in a tower on the back of the carbon fiber projects reserved from where it was in the USSR.
«Hasta la invasin (del ao pasado) la vida era muy agradable.
Las minas daban empleo a casi 5.000 personas
. Tenamos cines, tres colegios, guarderas…». Sergei remembered el pasado como si no pudiera asumir el presente. «Nadie poda imaginar esto, ni en sus peores pesadillas», agrega.
«Todos nos vinimos a vivir aqu pensando que iba a ser el paraso y ya ve», the secunda Setvlana.
The history of Vuhledar is vinculada como la del restaurant de Donbs al auge de las minas, una industria que no slo marc el desarrollo de esta regin ucraniana sino su propia evolucin poltica. La protesta minera que gener en 1989, premierro en Siberia y despus alcanz su clmax en lo que entonces era una regin sovitica, fue uno de los factors que impul la histrica disolucin del bloc comunista.
Tras la independence de Ucrania, las protestas de los trabajadores de este sector will become a constant lasting toda la dcada de los 90, hasta alcanzar su clmax con la
marched that protagonizaron miles of mines between Donbs
y kyiv the llev has recorrer ms of 600 kilmetros.
Las dos minas de Vuhledar siguieron funcionando hasta febrero del ao pasado.
La invasion cercen de cuajo toda normalidad possible
. Las yacimientos fueron clausurados y los bombardeos acabaron con el suministro de agua, electricidad, gas y conexin telefnica. “La nica manera de conseguir seal es salir a un campo abierto, en una esquina de la ciudad. Pero es muy peligroso. Hay un montn de gente enterrada all, que muri alcanzada por los obuses,” Setvlana related.
Una decena de vecinos se han reunido en torno at Tkachenko’s truck. Otra Setvlana differente a la anciana traumatizada que se expres con anterioridad, acompaa a los periodistas hasta su «residencia». Se ha built a precario habitculo en el pasillo del edificio que conduca al elevator. Una cama, un hornillo de gas y una batera de coche para alimentar la electricidad. Aunque aqu todos los vecinos portan una linterna al cuello.
El suministro de corriente no es ms que un recuerdo lejano.
Cuando arrecian los ataques se trasladan al subsuelo.
Un stano donde han guardado latas de conserva, y sacos con patatas y rbanos.
All of them refer with certain animosities to the local autoridades. «Desaparecieron» -dicentan rpido como los suministros bsicos.
«El alcalde? Fue el primero en salir corriendo
. ly todos los dems. No hay doctors, no policas. El cura tambin se fue en otoo. La ltima vez que el alcalde pas por aqu fue en diciembre. Pero seguro que siguen cobrando su sueldo. Dirn que estn trabajando ‘online'», commented Setvlana generando una unusual sonrisa entre los presentes.
Ante ausencia de asistencia,
the comida brought by Tkachenko constitutes the ltima esperanza
of this camarilla déamparada. El clrigo tambin les trae sacos con comida para mascotas. Los ucranianos maintain a particular vinculo con sus perros y gatos, incluso en tiempos de infortunio como estos. «Yo tengo cinco perros y dos gatos en el refugio», indica una de las seoras.
At muchas de las travesas tan slo you can access the carrera y saltando por encima de rboles arrancados por las explosiones y restos de viviendas. El clrigo se acerca hasta otro de los refugios habilitados en esta ocasin en lo que fue el antiguo museo de los veteranos de Afganistn. Las paredes estn decorated todava con las fotos de los soviticos soldados qu’pelearon en esa guerra y las de su «camaradas» que sirvieron tambin en naciones aliadas de la antigua Unin Sovitica como Angola o Cuba. Una de las pinturas recrea a un grupo de uniformados de la URSS defendiendo una colina nevada con el apoyo de une helicopter bajo el ttulo:
«Soviet paracadistas of Afganistn»
. In otra se ve a los antiguos combatientes de visita en el pas latinoamericano.
Antao, este era uno de los destinos ms significados de Vuhledar. Un lugar de reunin para las official visits, escenario de concursos y conferencias. Desde finales del pasado ao es el refuge de una decena de personas comandadas por
Valentina Genadina
weighs a que una explosin arranc hace meses el muro de la entrada.
«Era uno de los museos ms bonitos de Ucrania»
recounted the fmina con cierta nostalgia.
Ironas of history. El ao que antecedi a la invasin rusa, el propio Vladimir -que pele en aquella campaa- se encarg de entregar los premios al grupo de jvenes que gan un concurso titulado «Estamos contra la guerra».
Tkachenko kept a strong relacin con el ncleo urbano. Estuvo viviendo aqu desde 2017 hasta que los rusos lanzaron su arremetida en febrero del 2022. Tena una pequea iglesia habilitada en un apartamento, qu’ha quedado reducido a muros calcinados.
«Mucha gente critica a los que no quieren ser evacuados, pero
muy pocos entienden lo difcil que es dejar tu casa y establecerte en otro lugar
«, according to.
El reparto de ayuda se realiza con cierta premura. Las posiciones rusas se encuentran a pocos kilmetros. The explosions that sacuden el entorno are constant. «Si despega el helicopter (ruso) no hay donde esconderse», advierte otro de los locales.
«Aqu el nico objectivo es sobrevivir al da de hoy. Maana ya veremos»
added Sergei.
The presence of the clrigo will generate a verbal pequeo encontronazo. Setvlana, la ms vieja de las dos, recrimina el tipo de ayuda que les trae. Oleg sued to justify himself. «Vosotros habis decidido quedaros aqu. Nadie os obliga», the dice.
«Pensbamos que todo iba a terminar en tres das», the replica una de las fminas. «A dnde vamos a ir?
A nadie le gusta vivir en una choza a saber donde
«, Aade Sergei.
El breve altercado termina con varias mujeres llorando. «Tenemos los nervios rotos.
Llevamos un ao viviendo bajo el suelo»
aclara otra de las mujeres.
El religious asian with the cabeza. Understand the situation perfectly. Para recuperar la confianza rene a varios de los presents y conmina them a rezar. Media docena forman un semirculo y se agarran de la mano.
“Dios, te damos gracias porque incluso en los tiempos oscuros brilla tu luz. Slot nos otorgas algo de paz. Para que entiendan que llegar un momento en el que recuperarn la felicidad», proclaimed in capelln, cerrando los ojos y dirigiendo su voz al cielo.
In los despojos de lo que era Vuhledar, the fe constitutes the nica certidumbre.
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